Seguimos con la cocina de aprovechamiento y nos ponemos manos a la obra para “darle una segunda vida “, a nuestros dulces navideños consiguiendo un resultado igual o mejor que el original. Eso es exactamente lo que hemos hecho con estas Torrijas de Roscón.
Cogemos el trozo de Roscón de Reyes que nos ha sobrado de la celebración del día de Reyes, que ya ha adquirido cierta dureza pero sigue estando rico. Hay quien se lo sigue tomando mojado en leche, pero nosotros le vamos a dar un lavado de cara para que luzca igual de bien como postre o a cualquier hora.
Antes de existir los grandes supermercados en los que podemos comprar productos sea cual sea su origen, las familias aprovechaban más los alimentos y no se tiraba tanta comida. El origen de muchos platos proviene del aprovechamiento de guisos que habían sobrado del día anterior.
De esta manera, con el pan duro se originaron las migas, el gazpacho y el pudding. Las croquetas también se empezaron a hacer con restos de pollo y la carne sobrante de los guisos, y así podemos citar una larga lista de recetas.
Si quieres aprovechar mejor la comida, pasar menos tiempo en la cocina y adquirir hábitos saludables, tenemos la solución para ti.
Por eso, este Roscón que se ha quedado duro, lo único que necesita es un poco de humedad para recuperar su lustre, y de ahí que le convirtamos en Torrijas de Roscón.
Lo vamos a mojar en leche, igual que hacemos con el pan de las torrijas, y vamos a seguir cada uno de los siguientes pasos. Eso sí, cuida que el trozo de Roscón que has elegido no tenga regalito o saldrá chamuscado. J
Los amantes de las torrijas y los amantes del Roscón os vais a relamer con esta receta.
Ingredientes para 4 personas
- ½ roscón o 500 gr
- 1 l leche
- 3 huevos
- 50 gr azúcar
- 10 gr Canela molida
- Aceite de girasol
Preparación:
- Se corta el roscón en rebanadas de unos 3 cm. Se calienta la leche y cuando esté templada se mojan en ella las rebanadas.
- Se baten los huevos por un bol y cuando las rebanadas ya están bien empapadas, se pasan por el huevo.
- Se fríen las rebanadas en aceite de girasol bien caliente. Luego se escurren en una bandeja con papel absorbente debajo.
- En una bandeja o plato se echa el azúcar y la canela, se rebozan las torrijas por todos los lados, se colocan en un plato y listo.
